21 de abril de 2015

Let me take a #SELFIE!

La palabra del del bienio 2013-2014 elegida por los editores del Oxford Dictionary –que todavía no está incluida en la edición impresa del diccionario, pero integra la versión online– es el sustantivo selfie. La elección no depende únicamente de una cuestión cuantitativa; se elige una palabra que, da cuenta de un fenómeno cultural significativo
La selfie es “una fotografía que alguien toma de sí mismo, en general con un smartphone y que luego sube a las redes sociales”. La selfie misma importa poco: el acontecimiento no es la imagen, sino el acto de tomarla, su atractivo no es formal ni temático, sino que reside en la toma misma. Puede pensarse como prima lejana del autorretrato, pero como imágenes, se alejan del mismo y de la representación del Yo para acercarse más a otro tipo de fotografías como, por ejemplo, la foto turística. Lo que vale de la foto no es lo que se ve –ni el paisaje, ni el fotógrafo, ni el famoso, y su admirador– sino el hecho de haber estado ahí y tomado la imagen.




La primera "selfie" que irrumpió en el espacio mediático (o al menos la que más se viralizó) fue la tomada en la entrega de los premios Oscar. La foto termina por convertirse en el acontecimiento de la ceremonia y cumple con lo que la misma DeGeneres anticipa: ser la foto más retuiteada hasta el momento. Y así ocurrió: alcanzó los 1.7 millones de tuits en una hora e hizo colapsar al sitio. En la imagen están Jennifer Lawrence, Julia Roberts y Brad Pitt, Meryl Streep, Kevin Spacey y Angelina Jolie que se suman como chicos a la foto o asoman la cabeza como fans o colados. La imagen se destaca por su informalidad y por la ruptura de los supuestos protocolos y normas de conducta.

Como todo fenómenos viral, la selfie ha resultado una oportunidad para "colgarse de su fama" y transmitir mensajes en múltiples sentidos. Esto es lo que ha hecho la campaña de bien público de la agencia creativa DDB México, a través de un impecable trabajo gráfico que, con tres carteles impresos previene sobre las consecuencias que pueden derivar de tomarse autorretratos mientras se conduce, una práctica incluso más peligrosa que mandar mensajes de texto o hacer una llamada telefónica, ya que la atención se quita totalmente del volante para posar a la fotografía y es, una de las causas de los accidentes de tránsito.



Bajo el lema "Don’t selfie and drive", Volkswagen intenta disminuir la cifra de accidentes automovilísticos ocasionados por el uso del smartphone que oscila entre el 15% y el 20% del total.


La selfie representa a la perfección las prácticas y los usos sociales del siglo XXI: la visualidad, la compulsión por registrar, el afán por hacer coincidir ese archivo con el acontecimiento, el "tener una experiencia mientras se toma la foto" compartiendolo con los demás e intercambiando comentarios, gustos y opiniones. La selfie es la fusión perfecta entre lo que se está viviendo, disfrutando, experimentando, el registro y su exhibición. Es el fenómeno ideal para entender la clave de la época y para actualizar nuestros mensajes.

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