28 de mayo de 2015

¿Cómo detectar si tu #SocialMedia no está funcionando?

Todos sabemos que el mundo hoy gira en torno al ámbito digital. Como empresas y marcas debemos tener una presencia virtual fuerte para poder estar a la par de nuestra competencia. Sin embargo, de nada sirve desarrollar una estrategia de Social Media si al observar las estadísticas detectamos que realmente no está funcionando. A Dios gracias, contamos con muchos indicadores que pueden ayudarnos a detectar las debilidades de nuestra marca en las redes sociales con el fin de corregir y aprovechar mejor los horarios y las fortalezas de cada red y contenido. Pero, ¿cómo comprobamos que efectivamente no está funcionando lo que decimos? Te dejamos algunos de los síntomas que determinan el buen funcionamiento de tu estrategia.























Si bien todas las marcas están presentes en las redes sociales, es real que muy pocas han sabido apostar sólo por aquellas donde su presencia cobra un sentido estratégico. Resulta fundamental centrar los esfuerzos en aquellos sitios donde esté tu público objetivo. Te recomendamos entonces que cierres las redes que no están generando comunidad en torno a tu marca. Y de la misma manera, no abras perfiles para campañas puntuales que, una vez finalizadas, vas a tener que cerrar perdiendo a las personas que se interesaron por tu producto e interactuaron con él.

¿Qué pasa con los KPIs planteados?

La medición es imprescindible para poder diagnosticar si lo que estás haciendo es coherente con lo que quieres conseguir. Y, aunque seguro que esto es algo que ya sabes, ¿estás seguro de que tu estrategia en redes sociales está construyendo sobre los objetivos que en su día te planteaste? La forma que tenes de comprobarlo es a través de los KPIs que fijaste, ellos van a indicarte si los resultados que vas obteniendo son acordes a tus objetivos. De no ser así, podrás conseguir (o no) triunfos pero no se traducirán en ningún caso en resultados de negocio.

¿Y tu #Engagement?

Partimos de la base de que no todos medimos el engagement de la misma manera. Pero la fórmula más fiable y universal es la que compara el número de interacciones por publicación con las personas alcanzadas con dicha publicación (y no con el número de seguidores, ya que, no a todos ellos los impactamos con nuestro contenido).  Por tanto, una página de Facebook con un buen ratio de engagement será aquella que tenga de media un 2% (siendo aceptable desde un 1%). Un engagement por debajo del 1% es síntoma de que el contenido no está enganchando con la audiencia. En ese caso, replanteá tus categorías de contenido y buscá el giro creativo que te ayude, sobre todo, a sorprender al usuario. También es importante que te preguntes si estás generando conversación. Un perfil con pocos usuarios activos es lo mismo que hablarle a un auditorio vacío. Si muchas publicaciones que plantean preguntas no obtienen respuestas estás frente a un síntoma de que la marca no está consiguiendo dialogar con los usuarios. No recurras a preguntas banales sino a las que verdaderamente preocupan e interesan a tu audiencia.

La utilidad de tu contenido

Si tu contenido es siempre informativo y divulgativo, no vas a conseguir interacciones o, al menos, no vas a crear la comunidad que te interesa (que es la razón de ser de las redes sociales). Entonces, el consejo es que combines contenido informativo o aspiracional con contenido de utilidad para el usuario, de manera que puedas ofrecerle soluciones a problemas claramente identificados en tu audiencia. Prestá atención a las consultas más frecuentes porque de ellas pueden surgir ideas interesantes de contenido. Dentro de éste , es clave que generes interés por tu producto, no te olvides que el fin último del total de tu estrategia es vender. El indicador más sencillo del interés de tu audiencia hacia tu producto son sus consultas . Por tanto, si tus seguidores o potenciales seguidores te están preguntando por el precio, punto de venta o bondades de un determinado producto, es porque están interesados en él. Sacale partido a esto a través de promociones exclusivas y tomá decisiones de negocio en función de lo que estás observando. La relevancia (junto a la utilidad) es uno de los valores principales a los que aspiran las marcas hoy en día. La forma que tenemos de medir la relevancia es a través de referencias externas o menciones en medios o blogs. Por tanto, si tu marca apenas genera referencias (orgánicas) de este tipo es un síntoma de que tenes que trabajar más la red de contactos para dar a conocer tu producto a más gente influyente, ofreciendo en todo momento algo de valor que incite a referenciar espontáneamente tu marca. Siguiendo con el contenido, es crucial que sea identificatorio. Para que una marca cobre entidad digital y se destaque entre la enorme sobreinformación a la que está sometida el usuario, debe ser fácilmente reconocible. Para ello, debe contar con una línea gráfica propia que facilite al usuario reconocer un contenido incluso fuera del perfil en el que ha sido originalmente publicado. Asique no abuses de las imágenes de archivo ni del plagio a contenidos de otros, tenés que definir una línea gráfica única y propia de tu marca.

Estos son los puntos claves y los síntomas que tenes que tener en cuenta a la hora de evaluar si tu contenido es interesante, relevante y útil para tu audiencia. De lo contrario estás malgastando recursos en hablar sobre temas que no les interesan a tus consumidores o intentando dialogar con el público incorrecto.

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